quiere ser samaritana,
dice una rosa temprana
que está en el altar mayor.
se emociona en
al ver la escolta espartana
de Su Hijo, el Redentor.
Y es así que esa mañana,
con diez mil almas pontanas
del Calvario en derredor,
Sus manos de porcelana
sobre mi cuartel derraman
silenciosa bendición…
sueña ser samaritana,
lo entreoyó nuestra campana
de Sus suspiros de amor.
cuando hacia el filo del alba
ve llegar los cirios malvas
se siente granado en flor…
¡Ya vienen, Hijo del alma!
¡Ya vienen, Mi Bien, aguanta!,
se le intuye en oración,
¡Van a rezar a Tus plantas,
mira sus túnicas blancas
y Tu nombre en su pendón!...
quiere ser samaritana,
lunas ha que pregonaba
al pinar el ruiseñor.
Por eso el altar mayor
florecía esta mañana
cuando la rosa temprana
anunciaba a media voz:
Que redoble la campana,
que se acerca
y, Bendita Madre de Dios,
Te ha nombrado capitana
de su regio batallón.
ERNESTO CÁCERES MOLINA 11 de octubre de 2009