jueves, 26 de abril de 2012

"El Cristo" y su escolta de "Lirio y Alba" en la calle Don Gonzalo


UN VIERNES SANTO INUSUAL PERO MUY HERMOSO.
(Artículo de Ernesto Cáceres Molina)

En efecto. El hecho de la amenaza constante de lluvia, cuya presencia a primera hora de la tarde aseguraban todos los partes meteorológicos –y así ocurrió- impuso el pasado Viernes Santo 6 de abril de 2012 la necesidad de realizar el recorrido procesional con una mayor fluidez de la habitual, persiguiendo la llegada al Templo sobre las tres de la tarde.
Así lo hicimos las tres Cofradías que acompañamos al Terrible, “el Amo de todas las cargas”, el cual, sin embargo, bien pertrechado con su armazón de aluminio y sus toldos transparentes y con infantería garantizada para portarlo a hombros a la ligereza necesaria por sus tres turnos de bastoneros, se demoró con más tranquilidad en su visita a las calles de Puente Genil, apurando su exposición a la climatología hasta el límite, y no renunciando a su estación junto a la Iglesia de Santiago.
No obstante, como también de casualidades se hace la historia, este Viernes Santo inusual nos mostró inesperadamente la posibilidad de un recorrido procesional para las tres “cofradías menores”, por así decir, de la mañana de ese día de la Expiración de Nuestro Señor Jesucristo, que pudiera quizás representar una alternativa deseable por muy diferentes motivos. Y esto es sólo una opinión que manifestamos desde la libertad de expresión y desde el ánimo siempre de dar con la fórmula que más engrandezca nuestra Semana Mayor, a la vista de que, en realidad, todos participamos en todo, y que buena parte de quienes cumplimos con la larga estación de penitencia el Viernes Santo de mañana (procesión que a veces requiere las 12 horas de presencia de sus nazarenos en la calle) también participamos alumbrando, llevando tronos o vestidos de figura en la Noche de ese día en que murió Cristo.
Es innegable: las Cofradías del Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora del Mayor Dolor, la de María Santísima de los Dolores y la de Ntra. Sra. de la Cruz y San Juan, disponemos de menos recursos humanos y materiales que la de nuestro excelso Patrón. Los portadores de éste se organizan y le asisten magistralmente en tres turnos, abundancia de refresco o acompañamiento del que no disponemos otros por razones obvias, a pesar, por citar sólo un ejemplo, de la estrecha vinculación que tiene el segundo grupo de alumbrado de nuestra Cofradía, EL CENTURIÓN, con María Santísima de las Angustias, y el extraordinario esfuerzo que han de hacer estos hermanos para, tras desfilar con nosotros en la mañana, acicalarse sin haber descansado apenas para portar tan exquisita Imagen. ¿O cuántos de nosotros somos hermanos de María Santísima de la Soledad?...
No estaría mal revisar la posibilidad de abreviar la duración del desfile procesional nuestro, siempre que existiese unanimidad entre las tres cofradías “menores” afectadas, en el sentido de permitírsenos que eludiésemos la parada en la Iglesia de Santiago, donde aguardaría descansando Nuestro Padre Jesús Nazareno para completar con más calma su itinerario, y ello sin perjuicio, si por ejemplo los estatutos de la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas de Puente Genil obligan a ello, cruzar el puente para acercarnos hasta la puerta de dicho templo a saludarlo, como templo matriz, pero de seguido recuperando nuestro camino hacia el “caño Carretas”.
Porque, nadie nos negará, en cuanto a nosotros, en cuanto a la Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora del Mayor Dolor, que este Viernes Santo de 2012 vivimos un momento mágico a la hora de colocar nuestras Imágenes titulares junto al pórtico. Y es que, tal y como fue subrayado allí en los vivas que se lanzaron a nuestro Cristo, aquello estaba aconteciendo justamente a la “hora nona”, la hora en que murió Jesucristo, la hora de la Expiración, la hora de la Misericordia, la hora en que, según fue revelado en una visión a Santa Faustina Kowalska, todas aquellas súplicas que sean dirigidas a Nuestro Señor con invocación expresa de su Misericordia divina serán atendidas.
Estábamos junto a Cristo, ante su templo, en el Monte Calvario, en la hora exacta en que Él murió. Todos nos sobrecogimos y comenzamos a cantarle. ¿Es o no hermoso? ¿De verdad no lo sería que permaneciese así para próximas ocasiones?
Ni que hablar hay de que, después de todo esto, el almuerzo de Hermandad que mantuvimos en la Casa-cuartel de nuestros hermanos de EL CENTURION se desarrolló con toda la magnitud de ser nuestro día grande. Puede ser que el cambio nos aportase muchos beneficios.
Un Viernes Santo inusual, pero muy hermoso.

Schola Cantorum en la comida de la Función del año 2009 (Cuartel de Los Samaritanos)